enero 31, 2012

Ellos no hablan, pero su mirada lo dice todo

Hace un momento después de comer, mis perros comenzaron a ladrar y ladrar y no paraban, por lo que salí para ver si había alguien hablando junto a la reja. No era una persona, pero si un ser viviente. Un perro de color negro que al mirarlo supuse que estaba en búsqueda de comida. Fui por el bote de croquetas de uno de mis perros, tome un poco y lo tire en la escarpa, de pronto de la nada aparece otro, solo que este es de color café. 

Ambos comieron las croquetas apresuradamente, seguro que llevan horas o tal vez días con el estomago vació. Les di un poco mas y casi me acabo las croquetas, así que entre a la casa y tome dos tortillas, a lo que mi madre pregunto -¿Qué haces? ¿Porqué están tan alborotados los perros?- y le respondí - Hay unos perros afuera, están moribundos, tienen hambre. Por eso vine por unas tortillas, mínimo que coman un poco en lo que les queda de tiempo.- Salí y les di las tortillas, uno lo comió rápidamente y el otro lo tomo y con la misma lo escupió, creo que le gustaron mas las croquetas. Después de eso se alejaron. 

Luego que se tranquilizaron mis perros, me asome por la reja para ver donde se habían ido y vi que estaban bajo la sombra de un árbol descansando -me conmovió mucho esa escena, de verdad-. Así que entre de nuevo para tomar un bote y llevarles agua. Lave el envase, lo llene, tome las croquetas de mi gata que no se termino de comer y salí. Los perros al verme se pararon y acercaron, les deje allí las croquetas y agua. Cuando entre de nuevo a mi casa me asome de nuevo y vi que estaban tomando agua, y después se volvieron acostar. 

Espero que pronto encuentren tranquilidad y que la gente no sea tan mala con ellos.