abril 22, 2012

HELLO MIIS KITTY

El pasado 12 de abril, cuando me baje del camión con dirección a la oficina comencé a escuchar unos ruidos -por un momento pensé que eran aves- y levante la mirada hacia los árboles buscando a las aves. De pronto la pierna derecha la siento extraña, bajo la mirada y oh sorpresa! un minino colgado llorando, suplicando ayuda, que alguien se apiade de su vida. 
De pronto el señor vigilante que se encontraba cerca se fue acercando y pregunto si eran míos o que si alguien los tiro -como va ser posible que no se haya percatado de los llantos de estos pobres animales, me pregunte con coraje-. Me di cuenta que había otro pegado hacia el muro, con una rama pequeña comencé a moverlo y fue que me di cuenta que ese pobre ser ya se encontraba mas allá de las probabilidades de continuar con vida, su respiración era muy débil, parecía su despedida de este plano terrenal. 

Para variar se me había hecho tarde y ya me había entretenido aún más con estos pequeños, así que me retire. Mientras caminaba los pocos metros hacia la puerta de la oficina, mi corazón no dejaba de revolcarse de angustia -pensaran que estoy loca por sentir eso por unos seres que ni son míos, pero se los juro que así me sentí-, me daban vueltas los pensamientos, no lograba concentrarme. Entre al facebook tratando de encontrar una fundación que casualmente el día anterior vi, di con ella y deje mi mensaje.
Como el número que me dieron estaba incompleto, no logre comunicarme con la Arq. Silvia Cortes, persona responsable de Evolución Yucatán. Tuve que esperar hasta la hora de la comida para ir a ver, le pedí a Edwin -un compañero de la oficina- que me regalara una caja y una bolsa para mi mano, después de eso me encamine con alegría a buscarlos. Lamentablemente cuando llegue el enfermito ya había pasado a otro plano celestial, al de los animales. Coloque la bolsa en mi mano y tome al de color negro, lo metí en la caja y me lo lleve a la oficina. 

Debo confesarles que por mi cabeza se cruzó la idea de que me sacarían de la oficina con todo y gato, me imagine a mis jefes diciendo -¿pero que te pasa? ¡como te has atrevido a ir por un animal enfermo y traerlo a la oficina!-, con cara de "te quiero matar". Afortunadamente ese día no paso nada. Tuve al gato debajo de mi escritorio una hora y media. Llego mi hora de salida y me fui orgullosa por mi rescate. En el camión rumbo al centro se la paso llore y llore, me baje y camine para ir por el transporte a mi casa y continuo llorando, tome el primero que paso, me subí y el camino hacia casa continuo llorando, al punto de que el señor conductor se la paso haciendo mofa de mi gato llorón, diciéndole a su copiloto -ese gato esta llore y llore, no se calla, ni se cansa. Vamos a tirarlo-, ya se imaginaran la cara de super mega molesta que puse. Llegamos al punto donde había que bajarse y con una gran sonrisa le di las gracias al desgraciado señor conductor. 

Corrí hacía casa porque me esperaban para ir a la otra casa a regar árboles y un proyecto que tenemos en mente. Llegue y me quede junto a la reja y mi madre salio.
-Hola mamá! Mira que te traje hoy, un gato.
-No es cierto. ¿O si? Como se te ocurre traerlo, los perros lo van a matar.
-Pero mamá...lo rescate cerca de la oficina, ¿antes de ir con el abuelo podemos ir al albergue? esta aquí cerca.
-Bueno, esta bien.
Y entre a la casa, mi padre lo saco de la caja, le dio agua, un poco de croquetas y le limpio los ojos. Comi rápidamente, tome las cosas que me iban a servir y nos encaminamos al albergue. Pero no pudieron recibirlo, me tenía que comunicar antes con la arquitecta y confirmar que lo aceptarían. Nos lo llevamos a casa del abuelo. En la noche me comunique y me pidieron que lo llevara al día siguiente por la mañana, ademas de otras indicaciones, como darle suero y leche especial. Una vez en casa prepare el suero y se lo fui dando. Acomode su casa provisional en mi cuarto y allí paso la noche. 

Por la mañana le volví a dar suero y me despedí de ella -si, se me olvido mencionar que es niña-. Me fui a la oficina. Mas tarde mis padres se comunicaron conmigo para informarme que ya la habían dejado en el albergue y que la misión se cumplió.

Si encuentras animales en la misma situación, ayudenlos. No lo hagan porque piensen que esa acción los llevara a un lugar que llaman "cielo" o que se les devolverá ese "favor", no, no es así. Háganlo porque es otro ser vivo, vivo como nosotros, que tiene una forma diferente de comunicarse y otras características, pero que al final de todo es alguien que comparte este planeta con nosotros.